ACCESOS
Las principales vías de acceso desde Santander al Parque Natural Saja-Besaya son las carreteras N-611 y la Autovía del Cantábrico. La primera une la capital regional con las localidades de Torrelavega y Reinosa, discurre paralela al río Besaya, y se acerca a los pueblos de Villasuso, Los Llares y Pujayo.
Se puede tomar la Autovía del Cantábrico (A-8) hasta Cabezón de la Sal, donde comienza la carretera regional CA-180 que se aproxima al pueblo de Ucieda.
Para acceder a Bárcena Mayor se coge la carretera CA-280 en Valle de Cabuérniga, a donde llega la anterior vía CA-180, y después de pasar Selores, Renedo y Fresneda se debe tomar una desviación a la a la izquierda (CA-817) que conduce hasta esta localidad.

MEDIO FISICO

Climatología
El clima del Parque Natural de Saja-Besaya se corresponde con el templado-húmedo atlántico, con una precipitación media anual de 1.600 mm, distribuidos a lo largo de todo el año y temperaturas suaves sin bruscas variaciones estacionales.
Sin embargo, existen algunas variantes climáticas debidas tanto a la orografía como a la altitud. Ejemplo de ello es la reducción que sufren las precipitaciones en los montes del Besaya, entorno a los 1.400 mm/año, gracias a la barrera que supone la línea divisoria entre las cuencas del Saja y el Besaya.
Las elevadas cotas de altitud del límite sur del Parque hacen que en esta zona el clima sea del tipo subalpino, con bajas temperaturas invernales y grandes nevadas que pueden durar hasta bien entrada la primavera.

Relieve
El Parque limita al Sur con la Cordillera Cantábrica, presentando mayor elevación a medida que se avanza hacia el Oeste, siendo sus cotas más elevadas los picos Cordel (2.040 m) e Iján (2.087 m); al norte limita con la sierra del Escudo.
La divisoria entre los ríos Saja y Besaya está formada por montañas desgastadas de suaves redondeadas y con cimas de altitudes discretas, que va ganando elevación a medida que nos acercamos a la Cordillera cantábrica siendo el pico de más cota el de Obios (1.219 m).
El Parque presenta un gradiente altitudinal interesante, de 1.800 m., que hace que en él estén representados tres pisos de vegetación diferentes: colino, montano y subalpino.

Geología
Este Parque Natural se caracteriza por las formaciones Jurásicas y Cretácicas del Mesozoico, que se extienden por la mayor parte de su superficie. Las calizas jurásicas, que ocupan junto con conglomerados Triásicos las zonas más altas del Parque, se han visto afectadas por procesos cársticos, desarrollando conductos subterráneos y formas superficiales características, como la Fuentona de Ruente.
En el extremo sur occidental afloran rocas del Carbonífero (Paleozoico) constituidas principalmente por areniscas y lutitas, y depósitos fluviales del Cuaternario. Además de estos depósitos destacan los depósitos glaciares y fluvioglaciares de la Sierra del Cordel, los representantes más singulares del Cuaternario en la región. La parte central del Parque, en la que se encuentra el núcleo de un sinclinal asimétrico, está formada fundamentalmente por areniscas, limolitas y micro conglomerados que han sido erosionados por la acción de los ríos.
Finalmente cabe destacar el gran afloramiento de rocas intrusitas plutónicas, granodioritas, del Cueto Iján, único en toda Cantabria.

Edafología
En general los suelos son más bien pobres y de carácter ácido, pero gracias a la amplia cobertura vegetal se mantienen unas buenas condiciones de fertilidad en las áreas boscosas.
La mayor parte de la superficie del Parque está ocupada por tierra parda húmeda forestal de sustrato silíceo, con capas y horizontes bien definidos y provistos de humus. En la cabecera y margen derecha del río Cambillas encontramos el suelo pardo-calizo forestal de gran riqueza en elementos nutritivos y materia orgánica de gran espesor, además de rendzinas y tierra fusca.

Hidrología
El Parque Natural Saja-Besaya toma su nombre de las dos cuencas hidrográficas en las que se asienta. La mayor parte de su extensión, 19.900 ha, pertenece a la cuenca del Saja, mientras que las restantes 4.600 ha que lo conforman pertenecen a la cuenca del Besaya.
La disposición orográfica de esta área permite distinguir cuatro unidades hidrográficas: la vertiente del Besaya, la cuenca media del Saja, el valle del Argoza y la cabecera del Saja.

La vertiente del río Besaya, que nace en Peñuquíos, la componen los montes de Cieza y Poniente. Estos son atravesados por ríos y arroyos de moderado caudal, como el río Los Llares que en su recorrido aumenta considerablemente su caudal hasta cedérselo al Besaya. El río Cieza es otro de los afluentes principales del Besaya.

La vertiente del Saja es más variada. Las cuencas de los afluentes medios del Saja destacan por una densa red de regatos y vallejas; los valles fluviales son de mayor anchura, atravesados por ríos de buen caudal y más largo recorrido, como el Argoza. La cabecera del Saja coincide con la zona más alta del Parque donde se encuentran caudalosos arroyos y torrentes de montaña. El drenaje de una amplia superficie de calizas del Parque se produce en la Fuentona de Ruente.

Flora y vegetación
Las principales formaciones vegetales del Parque Natural Saja-Besaya son las praderas y prados de siega, el pastizal-matorral de montaña, los robledales y el hayedo.

En los lugares más próximos a los núcleos de población se sitúan los prados y praderas, en los que crecen básicamente gramíneas y leguminosas, además de zarzamoras, espinos y saúcos que sirven de separación entre prados. El pastizal-matorral de montaña es un ecosistema mantenido artificialmente por medio de la quema periódica del matorral invasor, conocido también como landa atlántica. Ocupa las zonas más altas del Parque y en él crecen Brecinas y brezos (Erica sp.), argomas o escajos (Ulex europaeus), a veces acompañados de helechos, piornos y escobas (Cytisus cantabricus y Genista florida).

Los robledales son los bosques más representativos de la costa y media montaña de Cantabria, además de los más degradados y reducidos por su explotación. En el interior del Parque Natural Saja-Besaya todavía se pueden encontrar buenas muestras de robledal, formados por tres tipos de especies: roble común o cajiga (Quercus robur), rebollo (Quercus pyrenaica) o roble albar (Quercus petraea). Suelen estar acompañados de árboles y arbustos como el castaño, el fresno, el arce o el tilo y de acebos, manzanos y perales silvestres. Destacan las formaciones de robles situadas en los montes de Ucieda (Río de los vados) y Bárcena Mayor (Serradores), en el monte Poniente y en el monte Saja. En las zonas más altas el robledal es sustituido por el haya, que llega a dominarlo. Los hayedos son las formaciones boscosas mejor conservadas del Parque, entre ellos debemos señalar los que se encuentran en la zona de Saja, Bárcena Mayor y Palombera.

Fauna
La trucha común (Salmo trutta trutta) es la especie dominante y más representativa entre los peces. Existe también una importante población del género Phoxinus conocidos en el lugar con el nombre de piscardos o bermejuelas.

Entre los mamíferos destacan el ciervo (Cervus elaphus), reintroducido a partir de 1949, el corzo (Capreolus capreolus), el jabalí (Sus scrofa), que frecuenta zonas de vegetación densa, el lobo (Canis lupus), que ocupa la parte meridional del Parque y el oso pardo (Ursus arctos) que frecuenta esporádicamente la zona sur occidental del Parque. Además del gato montés y el rebeco.

En cuanto a las aves cabe señalar la presencia de especies migratorias, como la becada o sorda (Scolopax rusticola), reina de la caza menor; además de otras como la garza real (Ardea Cinerea) el martín pescador (Alcedo atthis), el águila real (Aquila chrysaetos) y el pito negro (Dryocopus martius).

El Parque Natural abarca territorio de seis municipios: Ruente, Cabuérniga, Los Tojos, incluyendo los terrenos pertenecientes a la Comunidad de Campoo-Cabuérniga, Campoo de Suso, Cieza y Arenas de Iguña.

El único núcleo de población que se encuentra en el interior del Parque es Bárcena Mayor, perteneciente al municipio de Los Tojos, localidad de gran belleza que fue declarada conjunto histórico-artístico en 1981.

Características generales de la población
La población total de los municipios que forman este el Parque Natural Saja-Besaya es, en la actualidad, de 6.977 habitantes. La Hermandad de Campoo de Suso y Arenas de Iguña son los términos municipales más poblados, seguidos de Cabuérniga y Ruente que sobrepasan ligeramente los 1.000 habitantes.

La población de todos los municipios sobre los que se asienta este Parque presenta una tendencia demográfica regresiva durante el siglo XX. Cabuérniga, la Hermandad de Campoo de Suso y Los Tojos son los que han sufrido más bruscamente este descenso poblacional, llegando a reducirse a la mitad. Así, Campoo de Suso que en 1900 contaba con 3.729 habitantes, hoy en día ha visto decrecer su población hasta los 1.946 habitantes que presenta en el año 2006. Esta dinámica demográfica regresiva se explica por el flujo migratorio de los núcleos rurales a las ciudades que ha marcado el siglo XX, que ha traído como consecuencia una fuerte caída de la natalidad y el notable incremento de la mortalidad en las zonas rurales.

A partir de los años 90 se observa un estancamiento y/o un leve crecimiento de la población en todos los municipios, excepto en Arenas de Iguña y Cieza en los que se mantiene una tendencia a la baja desde la segunda mitad del siglo.

En términos generales podemos decir que el Parque natural Saja-Besaya manifiesta un perfil demográfico más envejecido que el de la región, predominantemente adulto-viejo, con índices de envejecimiento elevados.

Las actividades económicas de la población
Tradicionalmente la economía de estos municipios ha estado basada en la agricultura y ganadería, es decir, en el sector primario, si bien en la actualidad la actividad agropecuaria ha dejado paso a la industria y a los servicios.
A pesar del abandono progresivo de la agricultura y ganadería, en la Hermandad de Campoo de Suso y Los Tojos el sector primario sigue manteniendo su importancia puesto que emplea a más del 30% de su población, mientras que en cabuérniga y Ruente su peso es algo menor, en los que alrededor del 20% de la población activa se dedica a estas actividades.

El territorio del Parque depende fundamentalmente del sector terciario, con gran crecimiento en los últimos años, que da empleo a más del 40% de la población residente en la zona. Este notable crecimiento del sector servicios se debe en gran parte a lo que se denomina como “turismo gastronómico”.

Cabe destacar también la importancia de la industria, sobre todo en los municipios de Arenas de Iguña y Cieza, y el marcado equilibrio intersectorial que presenta el municipio de Los Tojos, ya que su población activa se reparte de forma equitativa entre los tres sectores económicos.

Patrimonio cultural
Existen en el Parque dos calzadas de la época romana, que unían la zona del alto Ebro donde se ubicó Iuliobriga, con la costa cantábrica. Algunos tramos se conservan en buen estado, como el que discurre entre Sobrecamillas y Ventanilla.

Anteriores a estas calzadas son los menhires del Collado de Sejos, probablemente los más antiguos testimonios de la presencia humana en el territorio del parque Natural Saja-Besaya. Estas grandes losas de piedra arenisca decoradas con representaciones antropomorfas datan del 2.000 a.C y se cree que formaron parte de una estructura de grandes lajas hincadas verticalmente con forma circular (cromlech).

En el corazón del parque se encuentra Bárcena Mayor, localidad de gran belleza, cuyas casas de piedra de mampostería y madera, calles empedradas y gastronomía representan un importante atractivo turístico. En el municipio de Los Tojos también destaca la iglesia de San Miguel del siglo XVII y la de Santa María, del siglo XVII, ubicada en Bárcena Mayor.

En el término de Hermandad de Campoo de Suso se conservan dos de los más destacados ejemplos de arquitectura defensiva medieval de Cantabria: el Castillo de San Vicente de Argüeso y la torre medieval de Proaño. Cabuérniga y Ruente cuentan con importantes muestras de arquitectura religiosa, entre las que sobresalen las iglesias parroquiales de Sopeña (neobarroca), de Renedo, de Terán, y de Ruente, todas ellas de los siglos XVII-XVIII.

No hay que olvidar la presencia en estos valles de casonas solariegas y palacios, como la Casona de Cossío y Terán, el palacio de Mier, y la casa de La Nogalera, en Ruente, o el Palacio de Terán en Cabuérniga.

Educación ambiental
El Parque Natural Saja-Besaya dispone de un Centro de Interpretación edificado aprovechando la antigua Casa Forestal. Está situado junto a la carretera de Palombera, cerca de Saja, y dispone de material de divulgación para los visitantes.

Existen además cuatro áreas recreativas dentro del Parque, en Ucieda, Cieza, Bárcena Mayor y Cambillas, a las que se accede a través de una pista forestal en buenas condiciones.